¿Qué es el Credo de los Apóstoles?

¿Qué es el Credo de los Apóstoles?

El credo de los apóstoles es básicamente un resumen de las creencias cristianas. ¿Qué dice?

Incluso, algunos de los mejores estudiantes admitirán que han usado CliffNotes antes. Esas pequeñas libretas amarillas que ofrecen listas a veces muy necesitadas de personajes, y un cuadro sinóptico que da a los lectores lo fundamental de las novelas más densas. No son sólo un camino corto para los perezosos; son herramientas útiles para navegar en historias complejas y de múltiples capas.

Para muchas tradiciones cristianas resulta esencial el Credo de los Apóstoles, un resumen tipo CliffNotes de lo que cree la Iglesia Cristiana. Algunas iglesias, como la Iglesia Católica, consideran su credo oficial y vinculante. Otras, como varias denominaciones Reformadas, Luteranas y Presbiterianas, lo consideran una herramienta útil para reafirmación durante adoración y ocasiones especiales como el bautismo o la Cena del Señor. Las iglesias liberales -como la Bautista, la Menonita y las iglesias no denominacionales modernas- no adoptan necesariamente los credos como parte de su práctica religiosa, sino que tienden a afirmar que los credos son un resumen preciso de lo que ellos creen.1

El Credo de los Apóstoles dice:

Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en su único hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó;
subió a los cielos,
y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso, y vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de los muertos,
y la vida eterna.
Amén.2

Cómo llegó la Iglesia al Credo de los Apóstoles

La tradición señala que los doce apóstoles de Jesús establecieron el Credo en los primeros días de la Iglesia.3 Mientras que los eruditos dudan de la veracidad de esta historia, la necesidad de un conjunto conciso de creencias cristianas en realidad puede originarse de esa época.4

Pablo, el primer misionero cristiano y autor de muchos libros del Nuevo Testamento, menciona en una carta a una de las primeras iglesias que lo que él les “transmitió” en sus enseñanzas y escritos fue aquello que le fue transmitido a él.5 Prosigue con las bases de la creencia cristiana, lo que él sostiene es de “primera importancia”: “Que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras,  que fue sepultado, resucitó al tercer día según las Escrituras”.6

Los primeros líderes de la iglesia en la primera generación después de los apóstoles también hicieron declaraciones de fe concisas. Las ideas y la terminología usada por escritores como Ignacio (escrito alrededor del 105 DC) e Ireneo (180 DC) corresponden a lo que finalmente se transformó en el Credo de los Apóstoles. Tertuliano (197 DC) llegó a denominarlo “la regla de fe”.7 Una carta escrita por un consejo de iglesias en Milán a uno de los primero líderes de la iglesia llamado Siricio se refiere a dicho credo por el nombre.8 Más relacionado está el “Antiguo Credo Romano”. Esta era una serie de preguntas que se formulaban a los individuos que deseaban ser bautizados. Probablemente data del 200 DC y utiliza un idioma similar al del Credo de los Apóstoles.9

La primera declaración verificable del texto moderno del Credo de los Apóstoles puede vincularse con las notas de un monje llamado Priminius en 753. Alrededor de la misma época, Carlomagno usó el Credo para unificar las enseñanzas en iglesias de su imperio.10

No todos adoptan el Credo de los Apóstoles. Algunas iglesias se han manifestado en contra de él o lo han ignorado. Ciertas personas creen que carece de elementos claves de la fe cristiana. Otros no están dispuestos a adoptar documento alguno que declare ser formativo aparte de la Biblia.

A través de los siglos, las iglesias han seguido escribiendo nuevas declaraciones de fe. Estas emplean un lenguaje actualizado, responden nuevas preguntas y ofrecen detalles adicionales. Sin embargo, el Credo de los Apóstoles sigue siendo valioso ya que a menudo se usa como base para dichos documentos.11

Qué enseña el Credo de los Apóstoles

Todos los sistemas de creencia tratan de explicar la naturaleza de la realidad. El Credo de los Apóstoles lo hace utilizando declaraciones “Creo” para explicar quién es Dios y qué está haciendo en el mundo.

“Creo en Dios. . .”

Para la fe cristiana es fundamental la creencia en Dios. El Credo comienza llamando a Dios “Padre”. Él es un padre, con toda la capacidad de amar, nutrir y enseñar que requiere esa función.

El Credo sigue refiriéndose a Dios como “creador del Cielo y de la Tierra”. Llamar a Dios creador lo asimila a un artista o inventor que tras reflexión e invención hace cosas nuevas. Esto también separa al cristianismo de otros sistemas de creencia que enseñan que el creador y el universo son uno y lo mismo. Dentro del Cristianismo, como creador, Dios Padre está separado, por encima, y en control de todo lo que él ha hecho. Esto es lo que hace que Dios sea “todopoderoso”.

“Creo en Jesucristo…”

La mayor parte del Credo de los Apóstoles se centra en Jesús. Parte de la función de Jesús es gobernar con Dios Padre. Él tiene una identidad única como Dios que se encarnó y entró en la historia humana; él es plenamente humano y plenamente divino. Él es Señor, una posición que demanda más respeto que el dado a los jefes, líderes o gobernantes.

La historia de Jesús comienza con un milagro: nacido de una virgen, posible por obra y gracia del Espíritu Santo. Su vida terminó en crucifixión, una tortuosa ejecución a manos de Pilato, un gobernador romano. Pero—y esta es la afirmación clave del Credo sobre Jesús—a diferencia de todos los que mueren, Jesús resucitó de entre los muertos, ascendió al cielo y ahora reina con Dios Padre. Y eso no es todo: Jesús regresará de manera inminente como juez de “los vivos y los muertos”.

“Creo en el Espíritu Santo…”

El Espíritu Santo aparece dos veces en el Credo de los Apóstoles, primero como la potencia detrás de la concepción de la virgen y después como el sujeto de la tercera afirmación “creo” del Credo.  Es interesante que en vez de entrar en detalles sobre quién es el Espíritu, el Credo describe la naturaleza y el destino de la Iglesia. Parece estar diciendo que la Iglesia es lo que sucede cuando el Espíritu Santo trabaja en las personas.

El Espíritu es el poder detrás de la Iglesia católica. Aquí, la palabra “católica” -con una c minúscula- significa universal; es decir, el Credo está diciendo que existe una Iglesia universal. El Espíritu habilita a los individuos para vivir juntos en "comunión", un compartir abierto del corazón, las posesiones y la vida diaria de uno. El Espíritu también da el perdón de los pecados (la mala conducta rebelde responsable del quebrantamiento del mundo). Por último, el Credo afirma que el Espíritu tiene el poder de proporcionar cuerpos resurrectos en los que nadie morirá.

¿Amén?

El Credo de los Apóstoles termina con un simple “amén”. La palabra es una afirmación. Cuando una persona dice amén, está aceptando una afirmación hecha.

Para los seguidores de Cristo, el Credo brinda confort y desafío. Es alentador verse a uno mismo como otro creyente en una línea que se extiende por siglos de hombres y mujeres que afirmaron los mismos principios. Pero el Credo también reta a los creyentes para se pregunten si están viviendo o no vidas en coherencia con lo que están diciendo.

Para quienes están explorando a Dios, el Credo actúa como una guía acerca de lo que creen los cristianos. El Credo no reemplaza la Biblia, o ser parte de una comunidad local de seguidores de Cristo ni vivir bajo el poder el Espíritu Santo, pero es una herramienta útil y bien socorrida para iniciar esta travesía.

El Credo de los Apóstoles presenta la siguiente interrogante: ¿Puedes leerlo y decir amén?

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  1. B. A. Gerrish, “Creeds: Christian Creeds”, en Encyclopedia of Religion, 2da ed. vol. 3 (Nueva York: MacMillan Reference USA, 2005), 2054–2062.
  2. El Creo de los Apóstoles es mencionado por varias denominaciones cristianas, a veces con una leve variación en el texto para fines de claridad. El que estamos usando acá es de la Iglesia de Inglaterra. “The Lord’s Prayer and the Apostles’ Creed”, sitio web de The Church of England, http://www.churchofengland.org/prayer-worship/worship/texts/daily2/lordsprayercreed.aspx, visitado el 16 de septiembre de 2013.
  3. Herbert Thuston, “The Apostles’ Creed,” New Advent, http://www.newadvent.org/cathen/01629a.htm, visitado el 16 de septiembre de 2013.
  4. Gerrish, 2056.
  5. La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional © 2011, 1 Corintios 15:3.
  6. Ibid., 1 Corintios 15:3–4.
  7. “Creeds, Early,” en A Dictionary of Early Christian Beliefs (Peabody, MA: Hendrickson Publishers, Inc, 1998), 181–183.
  8. “Apostles’ Creed”, en The Encyclopedia of Christianity, 3ra ed. vol. 1 (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1999), 109–110.
  9. Gerrish, 2056.
  10. Ibid.
  11. Gerrish, 2057–2061.
  12. Crédito de FotoRoman Sigaev / Shutterstock.com.