Idea Central: “La misma imposibilidad en que me encuentro para probar que Dios no existe, me descubre su existencia.” —Voltaire
Mensaje para hoy:
Para algunos, la existencia de Dios es tan evidente como la nariz en su cara. Para otros, puede parecer frustrantemente esquivo. Y todavía para otros, la existencia de Dios es una imposibilidad. Bueno, no podemos todos estar en lo cierto. Entonces, ¿qué es lo correcto?
Por un lado, si hay un Dios, nos da sentido y esperanza. Por otro lado, significa que somos moralmente responsables hacia alguien superior a nosotros. Ya todos tenemos una preferencia a favor o en contra de Dios: Tal vez tienes esperanza de que haya un propósito detrás de tu sufrimiento; en el fondo deseas que haya una razón para todo. O tal vez sólo quieres suscribite a la idea de que sólo se vive una vez—por lo que es preferible vivirla ahora de cualquier forma que se pueda.
El problema, por supuesto, es que todos debemos admitir que es imposible de probar o refutar la existencia de Dios. De hecho, lo único que podemos hacer es identificar las pruebas a favor o en contra de un punto de vista particular. Sin embargo, hay algunas cosas que todos experimentamos—la belleza, la moral e inclusive el deseo—que parecen indicar la existencia de algo superior a nuestras pequeñas vidas.
Somos criaturas complejas en un mundo complejo, luchando con las mismas preguntas fundamentales. Al final, cada uno de nosotros debe tomar los datos que disponemos, filtrarlos y tomar una decisión informada. ¿Existe un Dios, o no?
Considera esto:
- ¿Cuál es el mayor obstáculo que enfrentas en términos de aceptar la idea de la existencia de Dios? ¿Por qué?
- ¿Qué implicaciones tendría la existencia de Dios en ti, personalmente? Nombra tanto lo positivo como lo negativo.
Toma acción:
Busca en tu corazón y categorízate sinceramente como alguien que quiere o no quiere que exista un Dios.