un grupo de personas orando

Cuatro Características de una Buena Iglesia

¿Qué hace a una iglesia una "buena" iglesia? Hechos 2 ofrece cuatro directrices claras.

“La iglesia no es una galería para la exposición de cristianos eminentes, más bien es una escuela para la educación de los imperfectos.”Henry Ward Beecher

Es importante tener presente las palabras de Henry Ward Beecher a medida que interactúas—en casi cualquier forma—con las iglesias alrededor del mundo. No existe la iglesia perfecta porque las iglesias están constituidas por personas imperfectas—pecadores.

Sin embargo, la Biblia describe un evento impresionante y ofrece un vistazo a la vida del consecuente grupo de creyentes. Hechos capítulo 2 narra la historia de Pentecostés, el día en que los apóstoles fueron llenados del Espíritu Santo, y revela las obras de una iglesia primitiva. Después de todo, en esencia, una iglesia es simplemente un grupo de creyentes esforzándose a  seguir y promover el mensaje y las enseñanzas bíblicas.

Por lo tanto, si se proporciona una imagen de una iglesia en la Biblia, definitivamente vale la pena investigarla como un modelo para nuestras iglesias modernas. La Biblia nos dice que estos primeros creyentes se dedicaron a cuatro cosas: la enseñanza de los apóstoles, la comunión, el partimiento del pan y la oración.1

La Enseñanza de los Apóstoles

Dentro de la historia de Hechos 2, el apóstol Pedro estaba de hecho hablándole a este grupo de creyentes en ese momento. Sin duda, resultó más fácil saber cuáles eran sus enseñanzas, ¿no es cierto? Echemos un vistazo a lo que Pedro tenía que decir.

El mensaje de Pedro era la verdad de la vida, muerte, resurrección y el perdón de los pecados que viene a través de Jesús: "Por tanto, sépalo bien todo Israel que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías. . . Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo."2

Así como Pedro estableció esta doctrina desde el principio, igualmente lo deben hacer nuestras iglesias. Nuestra vida de fe ahora y la vida eterna por venir se basan en lo que creemos acerca de Jesús. Cualquier grupo de creyentes con quienes nos asociamos debe enseñar la verdad acerca de Jesús y nuestro estado como pecadores en necesidad de un salvador.

Varias veces en medio de esta reunión, Pedro recordó al grupo lo que los profetas habían dicho. Les recordó que la Escritura debía cumplirse con respecto a todos los acontecimientos de la muerte de Jesús. Y debido a que estaban experimentando el Espíritu Santo, Pedro les recordó que el profeta Joel había declarado que la venida del Espíritu Santo traería el tipo de reacción que estaban presenciando—y no era porque estuvieran borrachos, como pensaron algunos de los judíos y los que estaban en Jerusalén.3 (¡Hay algo que no esperas leer en la Biblia!)

Como el apóstol Pedro mostró aquí, es imperativo saber lo que la Escritura dice para así poder distinguir si algo es de Dios o no. Una iglesia debe hacer de la Biblia su autoridad.

Comunión

Pero Hechos nos dice que este grupo de creyentes no sólo se limitó a sentarse y escuchar las enseñanzas de los apóstoles, y después irse por caminos separados. Los creyentes eran una comunidad. Se reunían constantemente—diariamente, inclusive. Tenían todo en común e incluso vendían sus cosas para ayudar a los más necesitados entre ellos. 4 ¿Te imaginas ser parte de un grupo de gente así?

Y a pesar de que estaban regalando cosas, los creyentes en Hechos se describen como de personas de "corazones alegres y sinceros." Ellos alababan a Dios y gozaban del favor de todos los que les rodeaban. Su vida de generosidad y servicio a otros les trajo alegría. La iglesia actual es un lugar para servir también. Es importante que nuestras iglesias de hoy en día sean paraísos, llenos de miembros que sirven entre sí y a otros en la comunidad.

El Partimiento del Pan

Los creyentes incluso comían juntos en las casas de los otros.5 De hecho, la frase real que usa la Biblia es "el partimento del pan" (the breaking of bread).6 Esto no sólo implica comer juntos; es más bien un término que se utiliza para celebrar la Eucaristía—a lo que algunos cristianos se refieren como la Comunión. La Eucaristía se realiza en memoria de la muerte de Jesucristo, en la celebración del don de su sacrificio, y en espera de la alegría de estar con él en su reino.7

Estos creyentes mantienen la obra de Jesús como su enfoque principal y se dieron cuenta de la importancia de un recordatorio diario del mismo. Así como la iglesia primitiva se dedicó a recordar y a celebrar la vida y muerte de Jesús, así también debe hacerlo la iglesia actual. Nuestras iglesias deben recordarnos con suavidad nuestra necesidad de un salvador y lo que Jesús ha hecho por nosotros.

Oración

La Oración reveló el corazón de este grupo de creyentes tal como revela el nuestro. La oración humilde en cada situación demuestra un agradecimiento a Dios y una dependencia de Él. En la oración, reconocemos que, aunque nada se puede hacer por nosotros mismos, Dios puede obrar en y a través de nosotros. Los creyentes se dedicaban a la oración, dedicados a la comunicación con Dios en forma consistente.

En Hechos, la iglesia creció—pero no a causa de los asombrosos pastores o las actividades de diversión o por la mejor música de adoración en la ciudad. La iglesia creció porque "cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos."8 El crecimiento de la iglesia depende del Señor, por lo que el reconocimiento devoto de nuestra confianza sobre él es esencial.

Buscando una Iglesia

Si estás buscando una iglesia para asistir, considera si son o no devotos a estas cuatro cosas. Mientras que las iglesias pueden tener un aspecto diferente en distintos momentos de la historia y en distintas partes del mundo, siempre es útil volver al libro de los Hechos para recordar qué es lo más importante.

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  1. La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional (NVI) © 1999, Hechos 2:42.
  2. Ibídem, Hechos 2:36, 38.
  3. Véase La Santa Biblia, Hechos 2:13–21.
  4. Ibídem, Hechos 2:44–45.
  5. Ibídem.
  6. La Santa BIblia, Hechos 2:42.
  7. Para más información, ver “The Lord’s Supper,” (La Eucaristía), Baker’s Evangelical Dictionary of Biblical Theology (Diccionario Evangélico Baker de Teología Bíblica), http://www.studylight.org/dic/bed/view.cgi?n=446, consultado el 12 de noviembre de 2013.
  8. La Santa Biblia, Hechos 2:47.
  9. Crédito de Foto: Stalman & Boniecka / Stocksy.com.