¿Es la Biblia todavía Relevante?

¿Es la Biblia todavía Relevante?

La Biblia tiene miles de años de antigüedad. ¿Cómo podía ser relevante hoy en día?

En lo que respecta este gran libro, tan solo me queda decir que, la Biblia es el mejor regalo que Dios ha dado al hombre. Todo lo bueno que el Salvador dio al mundo se comunicó por medio de ese libro.Abraham Lincoln, décimo sexto presidente de los Estados Unidos1
Afrontemos la realidad. La Biblia y las personas que la produjeron eran bárbaras y supersticiosas. Las únicas características redimibles de la Biblia o la tradición cristiana son las cosas con que la gente civilizada está de acuerdo y, por tanto, son irrelevantes para la gente instruida en las ciencias.John W. Loftus, autor y ateo2

¿La Biblia es todavía relevante? Aparentemente, Abraham Lincoln pensaba que sí lo era a mediados del siglo XIX. ¿Se hizo obsoleta de alguna manera durante el siguiente siglo, como creía Loftus?

Algunas personas dicen que la Biblia es una reliquia de una época ya pasada, un remanente de una sociedad antigua. Voltaire, el filósofo francés del siglo XVIII, supuestamente hacía alardes de que la Biblia prácticamente desaparecería de la vida pública en un periodo de cien años, pero la Biblia todavía se sigue leyendo mientras la influencia de Voltaire va desapareciendo.

¿Es todavía la Biblia una fuente de dirección útil y confiable para el mundo moderno o está anclada en el pasado? ¿Contiene la Biblia evaluaciones realistas de nuestros retos y ofrece soluciones para el éxito?

Una Verdad Eterna

Cuando la gente habla de la Biblia, algunos piensan inmediatamente en un documento obsoleto con una lista enorme de reglas que reflejan puntos de vista premodernos. Sin embargo, es un hecho que la Biblia guarda un almacén de sabiduría y explora preguntas eternas: ¿Por qué le pasan cosas malas a personas buenas? ¿De dónde sale el diablo? ¿Cuál es el significado de la vida?

Estas preguntas siguen dejando perplejas hasta a las mentes más sabias. Es irónico que la Biblia nunca intenta “contestar” estas profundas interrogantes a nombre nuestro; acepta que las respuestas a algunas preguntas pueden estar más allá del entendimiento humano. Lo que sí nos ofrece son maneras de pensar sobre estos asuntos de una manera más profunda.

Por otro lado, el libro de Proverbios está lleno de sabiduría franca y práctica. Contiene refranes breves y sucintos diseñados para ser recordados fácilmente. Los proverbios tienen consejos tan relevantes hoy día como lo fueron hace tres mil años. Quizás hayas oído a tus padres o abuelos decir: “Acostarse temprano y levantarse temprano hacen al hombre sano, rico y sabio”.

Bueno, hace casi tres mil años, un proverbio bíblico trasmitía un mensaje similar, enfatizando el valor de la disciplina y el trabajo duro: 

¡Anda, perezoso, fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace, y adquiere sabiduría! No tiene quien la mande, ni quien la vigile ni gobierne; con todo, en el verano almacena provisiones y durante la cosecha recoge alimentos. Perezoso, ¿cuánto tiempo más seguirás acostado? ¿Cuándo despertarás de tu sueño? Un corto sueño, una breve siesta, un pequeño descanso, cruzado de brazos... ¡y te asaltará la pobreza como un bandido, y la escasez como un hombre armado!3

La pereza y la falta de disciplina eran problemas hace tres mil años y todavía existen hoy día. Más aún, la promesa de riquezas y la amenaza de la pobreza continúan motivándonos, tal y como motivaba a la audiencia antigua.

Viendo otro ejemplo, considera la canción de Don Henley, “The Heart of the Matter”.4 La letra refleja el tipo de soledad y dolor que todos sentimos después de que termina una relación importante. Cuando llega a la raíz del asunto, sin embargo, se da cuenta de que todo se reduce al perdón.

Bueno, el siglo XX no produjo corazones rotos. Han existido desde antes de que se escribiera la primera palabra de la Biblia. La Biblia es totalmente franca acerca de cuán profundo pueden ser el sufrimiento y los defectos de las personas. Muestra el dolor y la soledad de corazones rotos y amistades perdidas.

No obstante, no nos deja solos en nuestro dolor; nos guía sobre cómo recuperarnos con promesas de reconciliación e integridad que todos deseamos. Cualquier evaluación sincera de las Escrituras revela que tiene el perdón en su esencia; no solo el perdón que recibimos de Dios, sino el que recibimos de los demás.

Una Perspectiva Realista

Quizás de forma inesperada, la Biblia presenta una propuesta realista y balanceada ante los retos de la vida. En el Antiguo Testamento, el libro de Eclesiastés continúa siendo uno de los documentos más relevantes del mundo antiguo. En el mismo, “el maestro” examina asuntos como la educación, la vocación, la pereza, el patriotismo, la política, el materialismo, el comportamiento discriminatorio hacia la mujer, la futilidad y el envejecimiento.

El Rey Salomón, considerado por muchos el autor del libro, es conocido por su sabiduría. Tuvo muchas esposas, concubinas, esclavos y una riqueza inmensa. Experimentó con cada placer y filosofía disponible en un intento de dar sentido y propósito a su vida. Hubo momentos en los cuales se sintió escéptico y desilusionado.

Las palabras de Eclesiastés provienen de un “hombre de mundo”. Trató el dinero, sexo y poder y no se sintió satisfecho con ninguna de estas cosas. Como dicen los Rolling Stones, no pudo obtener satisfacción alguna.5 Frustrado, el maestro clama: “Lo más absurdo de lo absurdo, lo más absurdo de lo absurdo, ¡todo es un absurdo!”6

No obstante, Salomón finalmente descubre que es solo al estar lejos de Dios que todo en la vida parece absurdo. Mediante el conocimiento de Dios, finalmente encuentra sentido a la vida. Nos insiste a que aprovechemos cabalmente las oportunidades y a disfrutar la vida, sin olvidar la dirección que Dios nos ofrece. Se da cuenta de que hay un balance en la vida: “…Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo”.7

La Biblia, aquí y donde quiera, proporciona un panorama saludable de la vida, uno que conduce al bienestar mental y emocional.

Apoyo Psicológico

Como se ha sugerido anteriormente, los personajes bíblicos no son perfectos. Hemos leído de sus éxitos mediante la puerta trasera del fracaso.8 Son hombres y mujeres que han encontrado un propósito para su vida a pesar de ser gente insegura, despiadada o egoísta. Los poderosos y los impotentes, los ricos y los pobres, los piadosos y los perversos pueden igualmente encontrar satisfacción, valentía y confianza con el favor de Dios.

Dentro de las páginas de la Biblia, un asesino se convierte en líder; una prostituta, en antepasado de un héroe espiritual; un cobrador de impuestos deshonesto, en benefactor; un tipo tímido, en instructor y un fanático cruel, en un embajador de la fe. Mujeres estériles se convierten en madres de hijos importantes; pescadores cobardes se convierten en voceros de la reforma; gente con impedimentos graves se convierten en mensajeros de Dios.

La realización de que Dios usa gente imperfecta nos inspira y nos llena de seguridad; después de todo, ciertamente no hay nadie perfecto. Este valioso conocimiento bíblico nos puede ayudar a seguir adelante y enfrentar circunstancias decepcionantes y la tentación de creer lo peor de nosotros mismos.

Un Efecto Duradero

Contrario a lo que muchos creen, la Biblia no es sencillamente una lista de cosas que no se deben hacer, pero las reglas que sí contiene en realidad forman gran parte de los fundamentos de la ética y el derecho modernos. “No matarás”, “no hurtarás” y “no prestarás falso testimonio”, por ejemplo, son considerados tan correctos y justos que los hemos codificado en el derecho.9

Aunque no hemos consagrado las directrices de la Biblia en leyes, muchas personas piensan que son igual de importantes para establecer la vida diaria. Por ejemplo, puede ser que cometer adulterio no sea un delito penal, pero la mayoría de las personas están de acuerdo en que la infidelidad en el matrimonio no es lo correcto.

La Biblia ha conformado gran parte de nuestra sociedad y cultura. Camina por cualquier museo de arte y verás imagen tras imagen inspiradas por las historias de la Biblia. Escoge muchos libros escritos durante los últimos cuatrocientos años y oirás ecos de las Escrituras. Pasea por las calles de cualquier ciudad importante y encontrarás hospitales llamados El Buen Samaritano, San Francisco o La Divina Misericordia. El impacto de la Biblia sobre nuestro mundo no se deberá olvidar, ignorar ni minimizar. 

El Contexto Cultural

Aún, muchas partes de la Biblia permanecen extrañas y distantes. Después de todo, fue escrita hace mucho tiempo por personas que vivían en culturas muy diferentes a la nuestra. Refleja el lenguaje, las normas y la visión mundial de sus primeros autores, editores y audiencias, como es de esperar de cualquier obra literaria.

Las personas que juzgan la Biblia fundamentadas en normas modernas se creen superiores a esta gente primitiva y supersticiosa. Razonan que la sociedad bien educada y civilizada tan solo surgió, pero debemos tener cuidado en pensar que de alguna manera hemos “arribado” por nuestra cuenta.

De aquí a dos mil años, nuestro conocimiento científico de hoy será considerado anticuado. ¿Cómo nos gustaría que se juzgaran nuestras costumbres, ideas, política y ciencia conforme a estándares del Siglo XXIII?

Es necesario ser humilde a cualquier edad. Para poder leer bien la Biblia, debemos dejarla asentarse cómodamente en su época original antes de insistir que hable en términos de la nuestra.

Así es que cuando encontremos en la Biblia puntos de vista diferentes a los nuestros, es solo justo tratar de entender el momento en el cual se escribieron. Si hacemos ese viaje al pasado, descubriremos que las enseñanzas de la Biblia exploran fronteras culturales. Muy frecuentemente, encontraremos profetas ejerciendo gran presión sobre la gente y las agendas poderosas para poder adecuarlas a la misericordia de Dios. Muy frecuentemente veremos que se le quita el filo áspero a las realidades crueles del mundo.  

En un mundo que todavía se caracteriza por la ira, ansiedad, discordia y desilusión, la Biblia contiene un mensaje de esperanza, paz y prosperidad. Permanece—independientemente de nuestro punto de partida teológico—una fuente inagotable de sustento espiritual. Puede haberse escrito para una sociedad antigua, pero está hecha para todas las generaciones.

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  1. Ver: Abraham Lincoln, “Reply to Loyal Colored People of Baltimore upon Presentation of a Bible,” 7 de septiembre de 1864, Roy P. Basler, ed. The Collected Works of Abraham Lincoln, vol. VII (New Brunswick, NJ: Rutgers University Press, 1953), 542.
  2. Ver: John W. Loftus, “The Bible and the Christian Tradition Are Irrelevant,” Debunking Christianity, 11 de noviembre de 2011, respecto de Héctor Avalos, The End of Biblical Studies (New York: Prometheus Books, 2007), http://debunking christianity.blogspot.nl/2007/11/bible-and-christian-tradition-are.html.
  3. La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional © 2011, Proverbios 6:6-11.
  4. Don Henley, “The Heart of the Matter,” de Mike Campbell, Don Henley y J. D. Souther, Geffen Records, 1989.
  5. Mick Jagger y Keith Richards, “(I Can’t Get No) Satisfaction,” Out of Our Hands, London Records, 6 de junio de 1965.
  6. La Santa Biblia, Eclesiastés 1:2.
  7. Ibid., Eclesiastés 3:1. Esta sección esboza una perspectiva saludable sobre el balance en la vida: “Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar; un tiempo para matar, y un tiempo para sanar; un tiempo para destruir, y un tiempo para construir; un tiempo para llorar, y un tiempo para reír; un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto; un tiempo para esparcir piedras, y un tiempo para recogerlas; un tiempo para abrazarse, y un tiempo para despedirse; un tiempo para intentar, y un tiempo para desistir; un tiempo para guardar, y un tiempo para desechar; un tiempo para rasgar, y un tiempo para coser; un tiempo para callar, y un tiempo para hablar; un tiempo para amar, y un tiempo para odiar; un tiempo para la guerra, y un tiempo para la paz”.
  8. Ver: Erwin W. Lutzer, Failure: The Backdoor to Success (Chicago: Moody Press, 1975).
  9. La Santa Biblia, Éxodo 20:13,15–16.
  10. Crédito de Foto: Andrei Zarubaika / Shutterstock.com.