Como Cristianos, Protestantes y Católicos, ellos comparten creencias diferentes. Aprende 5 diferencias fundamentales.
A menudo se escucha a la gente decir: “Los Cristianos creen X”, o “El Cristianismo dice Y”. O tal vez has excuchado decir algo más específico, como, “Los Católicos creen X, pero los Bautistas creen Y y los Metodistas creen Z”.
¿Qué significa todo esto? ¿Acaso hay diferentes tipos de Cristianos?
Para Todos Los Gustos
Hay muchas formas de cristianismo y aunque existen similitudes entre ellos, también hay diferencias significativas. De las tres divisiones principales—Ortodoxos, Católicos y Protestantes—el protestantismo y el catolicismo romano, así como la relación entre ambos, parecen obtener la mayor atención en el occidente.
Los elementos culturales y geográficos han jugado un papel importante en el desarrollo del cristianismo, y como tal, no debemos descartar las identidades étnicas y culturales, al comparar una persona católica de Perú con una persona protestante de Estados Unidos.1 Pero dejando a un lado los factores culturales por un momento, consideremos algunas de las diferencias fundamentales entre el protestantismo y el catolicismo romano.
Antecedentes Históricos
En los siglos subsecuentes a la muerte de Jesús, la mayoría de los cristianos promovió lo que se llamó “El cristianismo católico”, lo que los antiguos apóstoles (circa 150 dC) profesaba como "una santa iglesia católica”.2
El término “católico” viene de la palabra griega katholikē, lo que significa, literalmente, “de acuerdo con el todo” o “universal”. El término llegó a designar la forma más aceptada de la fe trasmitida desde los primeros seguidores de Jesús. No se trataba de una institución: “se trataba de una visión espiritual, una convicción de que todos los cristianos deberían ser un sólo cuerpo.”3
En aquella época, la cultura romana y la lengua latina dominaban el occidente, por lo que el cristianismo en esa región adquirió un sabor decididamente romano. En consecuencia, el término “catolicismo romano” se convirtió en sinónimo de la Cristiandad Occidental.4 Desde los primeros siglos D.C. y a través de la Edad Media, las creencias católicas romanas, sus tradiciones, prácticas e instituciones fueron la forma normativa del cristianismo.
En el siglo XVI, comenzó la Reforma Protestante. Líderes de la iglesia como Lutero, Zuinglio, Calvino y otros protestaron contra algunas de las prácticas y los abusos de la iglesia católica.
Aunque los manifestantes querían reformar la iglesia desde dentro, con el tiempo se hizo evidente que su movimiento era incompatible con la iglesia madre en Roma. Así que se separaron y crearon sus propias estructuras y organizaciones de la iglesia, anunciando así el nacimiento del protestantismo.
Hoy en día, muchas denominaciones y grupos diferentes componen el protestantismo en todo el mundo. Anglicana, Luterana, Presbiteriana, Metodista, Bautista, Evangélica Libre, Pentecostal y muchas iglesias sin denominación ahora caen bajo la categoría general del protestantismo.
Diferencias Fundamentales
Aunque los individuos pueden, por supuesto, tener sus propias creencias específicas, hay cinco diferencias esenciales entre protestantes y católicos.
La Autoridad del Papa
Los católicos romanos creen que el Papa es la cabeza de la Iglesia en todo el mundo. Como “Vicario de Cristo”, el Papa toma el papel del representante terrenal de Cristo y actúa en su lugar para dirigir la Iglesia en la determinación de lo que es verdad, correcto y adecuado para todos los católicos. De acuerdo con las enseñanzas de la iglesia, el Papa se preserva de cualquier posibilidad de error cuando habla sobre asuntos de la fe y de la moral que deben ser seguidos por toda la Iglesia.5
Según esta tradición, el apóstol Pedro fue ordenado el primer “Papa”,6 cuando Jesús dijo: “Y yo os digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.”7 La tradición dice que Pedro se convirtió en el obispo de Roma. Los católicos creen que esta autoridad continúa aún hoy en día.8
Los Protestantes, en cambio, no creen en una estructura jerárquica que culmina en una persona que podría hablar de manera definitiva y proclamar la verdad sin error.9
María, la Madre de Jesús
María juega un papel diferente para los católicos y para la mayoría de los Protestantes. Porque María es el instrumento a través del cual Dios trajo a su Hijo al mundo, los católicos honran a María con los títulos de “Madre de Dios” y “Madre de la Iglesia”.
Los católicos la consideran un ejemplo de fe y santidad. Según la tradición, María fue concebida y nació sin la mancha del pecado original y permaneció sin pecado durante toda su vida.
Aunque los católicos tienen una devoción especial a María, no la adoran o alaban como lo hacen con Dios y el Verbo Encarnado. Ellos oran a María—como rezan a otros santos—pidiendo su intercesión o mediación por ellos ante su Hijo, con quien ella está en perfecta comunión. Dicho de otra manera, piden a María que ruegue por ellos de la misma manera que todos los cristianos se piden orar unos por otros.10
Por diversas razones, aunque los protestantes pueden tener un alto concepto de María, no la tienen en el mismo sentido. En general, no le rezan a María ni la convierten en un punto focal de la obra artística o la iconografía de la misma manera en que los católicos romanos lo hacen.11
La Doctrina de la Justificación
Tanto los protestantes como los católicos están de acuerdo en que uno está justificado—constituido justamente y puesto en una relación honesta con Dios—por medio de la gracia. Las diferencias en sus creencias son una cuestión de grado.
Los católicos romanos creen que las acciones de una persona juegan un papel importante en su situación con Dios, porque las acciones son expresiones externas de la fe interna. Para los católicos, las buenas acciones pueden lograr la penitencia por los pecados o limitar el tiempo en el purgatorio después de la muerte.
Los protestantes creen que la justificación por la gracia mediante la fe es la única manera para que una persona disfrute de una posición justa ante Dios. Desde este punto de vista, las buenas obras se hacen por gratitud y son vistas como resultado de la fe, pero solas no pueden ganar ningún mérito con Dios.12 Los católicos también creen en esto, pero hacen hincapié en las obras como manifestaciones de la fe.
Culto
Los católicos romanos abrazan el misterio, la jerarquía, los rituales, la liturgia, la estructura y acciones más simbólicas en su culto. Los protestantes, por su parte, desarrollaron cultos claros y sencillos, centrándose en las Escrituras.
Para los católicos, el centro de la Misa es la Eucaristía o la Sagrada Comunión. Para los protestantes, el momento central del culto viene con el sermón, cuando el ministro predica desde la Biblia.13
Es cierto que lo anterior es una generalización en aras de la claridad y simplicidad. Sin embargo, un servicio de culto protestante evangélico actualmente podría consistir, casi completamente, en canciones modernas con instrumentos modernos en un auditorio con pocos símbolos religiosos. Pero un servicio católico probablemente contenga numerosos elementos complejos, elaborados y profundamente significativos para los participantes.
El Papel de la Tradición de la Iglesia
La mayoría de las variaciones entre protestantes y católicos romanos se basan en una diferencia más fundamental: el papel de la tradición de la iglesia.
Los protestantes creen que la autoridad central para la fe y la práctica se encuentra en las Escrituras.14 Aún y cuando la tradición, la razón y la experiencia son importantes, los protestantes tienden a pensar que todos deben ser comparados—y en última instancia sustituidos—por las enseñanzas de la Biblia.
Por otra parte, los católicos romanos se adhieren a muchas creencias y prácticas que no están explícitamente establecidas en las Escrituras. Estas tradiciones, junto con las Escrituras, constituyen un depósito de la fe que ha sido transmitido desde los primeros apóstoles a través del Magisterio de la Iglesia, es decir, el Papa, los obispos y los Concilios de la Iglesia.15 La autoridad se encuentra en el conjunto de la Biblia, la razón y la tradición, estos tres factores se ven como complementarios y no en tensión.16
Por lo tanto, los católicos romanos consideran ciertas prácticas y creencias—como la infalibilidad papal, la Inmaculada Concepción de María, la doctrina del Purgatorio, el celibato de los sacerdotes y la distinción entre pecados mortales y veniales—importantes para su fe, mientras que los Protestantes no están necesariamente de acuerdo.
Muchas Religiones, un Sólo Dios
Estas diferencias son extremadamente importantes; siguen siendo la fuente de fructíferos, y a veces no tan fructíferos, debates entre protestantes y católicos romanos. Sin embargo, no hay que descuidar las creencias centrales sobre las que prácticamente todos los protestantes y los católicos están de acuerdo.
Hay un sólo Dios, el Creador, que envió a su único Hijo, Jesús, al mundo para vivir como un ejemplo, para enseñar acerca de la venida del Reino de Dios, a morir en la cruz y resucitar de entre los muertos. A través de la fe en Jesús, cualquiera puede encontrar esperanza, paz y la restauración con Dios.17