Señor? Mentiroso? Lunático? Jesús realmente dijo ser Dios. ¿Cómo podemos saber si estaba diciendo la verdad?
Preguntas para Discusión y Reflexión Personal
- ¿A qué se refirió Leonce cuando dijo, "la religión dice yo hago, por lo tanto soy amado; Jesús dice:'Eres amado, por lo tanto haces'"?
- ¿Qué opinas sobre la afirmación de Jesús de ser Dios?
La Curiosidad Colectiva
Yo he analizado mucho el tema de tener diferentes maneras de llegar a Dios. Dios está en la cima de una montaña y depende de cuál camino elijes para llegar. Pero al analizarlo encontré tantas contradicciones dentro del camino a la montaña y los diferentes tipos de dioses que existían. Hasta que un día llegue a la conclusión que me dije, "¿Sabes... si en verdad vas a tomar esto en serio, en algún momento, sin importar lo que aprendas sobre la existencia de Dios y otras religiones, tengo que regresar y hacerme la pregunta: '¿Quién es Jesús?'" Porque de todos los líderes religiosos en el mundo Jesús es el único que dijo ser Dios.
¿Es Jesús realmente Dios?
Lo que relata la Biblia es que Jesús reveló cómo es Dios de una manera en la que pudiéramos entender. Este oculto, Dios infinito que no podemos ni siquiera imaginar. Y, por supuesto, la gente dirá esa es una gran manera de pensar, pero lo más probable es que se trate de un mito. Pero en realidad, Dios incluyó en la historia señales para que pudiéramos saber que en realidad era verdad. Que en realidad venía de él. El Viejo Testamento no es un sólo libro. Son de hecho 39 libros escritos por unos 40 autores en un período de unos 1,500 años. Y a través de todo el proceso, Dios estaba presagiando cuándo exactamente iba a enviar al Mesías; el que revelaría al Dios oculto de una manera en la que pudiéramos relacionarnos. Y pronosticó cuándo sucedería. Es decir, el momento y el lugar. Que sucedería en Jerusalén antes de la destrucción del Templo. Esa es historia real, porque el Templo fue destruido por el general romano, Tito en el año 70 A.C. y aún hoy no ha sido re-construido. Entonces, hay muchas razones como esa que demuestran que no se trata de un mito. Y eso pensé; yo pensé... que era un mito, Pero es que no me había dado el tiempo de investigar.
Jesús aseguró ser el camino, la verdad y la vida. Anunció un cambio en las cosas, un nuevo funcionamiento para el mundo. Cosas muy diferentes a lo que los líderes religiosos de entonces habían establecido. Él era alguien que iba a liberar a las personas que se sentían cautivas y creo que muchos se sentían cautivos por la religión, se sentían cutivos por obligaciones y por un libro de reglas morales que sentían que debían obedecer, o si no no podían tener una relación con Dios. Y él rompió esos esquemas.
La religión dice: Yo hago, y por lo tanto soy amado. Jesús dice: "Amas, y por lo tanto, haces". Yo creo que eso es la demarcación, esa es la línea en la arena. Algo tan claramente expresado a través de su carácter.
Yo creo que Jesús es una clase de rey diferente y un tipo de salvador diferente, porque no expresa su mensaje a través del poder o ganando enemigos, o teniendo éxito. Él mostró su poder a través del sufrimiento y la crucifixión y al morir y al perder en la cruz. Pero entonces surgió lo bueno de la historia: es que resucitó.
Si de verdad Jesús volvió de la muerte, nadie más, ninguna otra figura religiosa, nadie más en toda la humanidad lo ha hecho. Miras los hechos y sabemos que Jesús vivió hace unos 2,000 años. Existió un hombre llamado Jesús, que vivió en Nazaret y que fue crucificado por los romanos. Eso lo sabemos, y no sólo por la Biblia, sino que hay otras fuentes que lo afirman.
Tres días más tarde, vuelve a la vida y esto asusta tanto a las autoridades que le pagaron a los guardias y buscaron maneras de ofuscar lo ocurrido. Pero la verdad es que había una tumba vacía y todo lo que tenían que haber hecho era sacar el cuerpo lastimado de Jesucristo, pero no pudieron mostrarlo.
Él fue resucitado. Se levantó de entre los muertos enfrente de más de 500 testigos que lo vieron. Y basado en ese encuentro estaban dispuestos a morir para dar testimonio de lo que vieron.
Estaban tan convencidos de que vieron a un muerto levantarse que eso pasó a la historia.
Yo les hablo a mis amigos que son ateos o agnósticos, y no ha habido un momento en el que me hagan callar por hablar de Jesús. Me tiran piedras por hablar de la iglesia, pero no de Jesús. Con frecuencia encuentro a Jesús allí. Él está allí antes que yo, en los estudios, detrás de escena, con los bailarines y los actores. Él ya está ahí en la conversación. Ya está metido en sus huesos. Y mi práctica es ir a buscarlo. Me di cuenta de que la figura histórica de Jesús ya no es una simple figura histórica, sino que Él es quien me ha estado llamando todo el tiempo, a través de mi creatividad, y él... quiso revelarse ante mí de una manera en la que yo pudiera entender. Cuando Jesús dijo: Yo soy la verdad, yo soy el camino, la verdad y la vida, de hecho para mí, como artista él está declarando que él es el autor de la vida. Y no sólo eso, pero está diciendo, que nosotros somos su obra de arte.
Imagina que existió un hombre que hace todas estas afirmaciones sobre sí mismo, y también imagina que, está bien, no es Dios, que no es el Mesías, y eso lo convierte en un loco pero no parece estarlo, pero entonces, ¿por qué diría estas cosas de que puede perdonar los pecados y que puede hacer cosas increíbles? Muy bien, si no está loco, ¿entonces qué? ¿Es un mentiroso? No parece ser un mentiroso. Está diciendo estas cosas hermosas. Suena como una buena y auténtica persona con una sabiduría asombrosa, por lo que, parece que la única opción es decir que es quién dice que es. Es ahí a donde te llevan los pensamientos lógicos, pero esto conlleva más que lógica. Creer que Jesús es Dios es una de esas cosas que al final Dios tendrá que revelar. En este punto, yo sé que es cierto, pero no espero que otros lo acepten. Creo que tienen que llegar a esa conclusión por sí mismos. Yo les alentaría a hacerlo, porque es importante.
Cuando miras a los hombres y mujeres de la Biblia, y todo se condensa en una simple afirmación: El amor de Cristo me atrae. No su amor por Cristo, sino el amor de Cristo hacia ellos. El amor de Cristo atrae. Tan espectacular así es Él. Y eso es lo que desea hacer con cada uno de nosotros.