Idea Central: “Aún los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán..” —Isaías 40:30–31

Mensaje para hoy:

Recientemente descubrí que me encanta correr y aunque nunca he corrido más de cinco millas, me inscribí en una media maratón. Elegí un programa de entrenamiento y partí hacia mi camino a la gloria. Sólo tomó unos días para darme cuenta de que mi empeño no iba a ser tan glamoroso como se veía en el periódico o en mi cabeza.

La vida es igual, ¿no es así? Empezamos a correr a toda velocidad, pero pronto nos damos cuenta de que la vida es dura, como una carrera larga. A veces, nos cansamos, tropezamos, e incluso caemos. Los versículos de hoy expresan esto perfectamente y nos permiten una visión de esperanza más allá del cansancio de la vida.

Cuando acudimos a Dios, él se hará cargo de nuestro cansancio—y hará lo necesario una y otra vez, para darnos la fuerza que necesitamos para seguir corriendo.

Considera esto:
¿Qué te hace sentir cansado hoy?
¿Te gustaría que Dios que te ayude con ese cansancio?

Toma acción:
Piensa en cómo se sentiría correr por la vida de manera diferente. Escribe las cosas que te están haciendo sentir cansado. Dedica un tiempo a hablar con Dios para pedirle que te ayude con este cansancio.

¿QUIERES CONOCER A DIOS PERSONALMENTE?

Dios nos ama y tiene planes increíbles para nuestras vidas, pero ¿cómo llegamos allí?
Los siguientes pasos trazan un camino claro que Dios preparó para que encontremos una relación con Él.