Día 15: La Cara de Dios
Idea Central: “Amar a otra persona es ver el rostro de Dios.” —Victor Hugo, “Los Miserables” (Les Misérables)
Versículo: “Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados, y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios.” —Efesios 5:1–2
Mensaje para hoy:
En el acto final de la puesta en escena “Los Miserables” (Les Misérables) de Victor Hugo, el personaje principal, Jean Valjean, pasa la vida, cruza la muerte y entra en una nueva vida. A medida que lo hace, dice, “Amar a otra persona es ver el rostro de Dios.”
La vida de Valjean cambió cuando él aprendió a amar. El acecho de su antigua vida criminal, el engaño en su nuevo nombre y la pérdida de una niña que crió... ninguna de estas cosas frenó la vocación que su nueva vida tenía para él. Él había experimentado el amor y toda su gloria. Había recibido amor y ahora daba amor libremente, incluso a sus adversarios.
El tipo de amor que vemos que experimenta Valjean es el amor redentor de Dios. Hizo una diferencia en su vida. ¿Conoces esa clase de amor? Es el amor que es inmerecido. Tú puedes practicar ese amor al igual que Valjean. Cuando demuestras esperanza y consuelo a través del amor, cuando amas desinteresadamente, estás representando el amor de Dios en la forma en la que Jesús nos enseñó.
Considera esto:
¿Qué hace difícil tratar a todos como hijos de Dios?
¿Qué significa amar a alguien inclusive si no te agrada?
Toma acción:
Acércate a alguien que creas que práctica amor sacrificatorio y pídele a esa persona que te diga por qué lo hace. Luego, pregúntale cómo puede hacerlo inclusive cuando no lo siente.