Día 27: La Vida es un Maratón
Idea Central: La vida es un maratón, y Dios nos da la fuerza para seguir corriéndolo.
Versículo: “Los recordamos constantemente delante de nuestro Dios y Padre a causa de la obra realizada por su fe, el trabajo motivado por su amor, y la constancia sostenida por su esperanza en nuestro Señor Jesucristo. Hermanos amados de Dios, sabemos que él los ha escogido.” —1 Tesalonicenses 1:3–4
Mensaje para hoy:
Probablemente has escuchado de la experiencia de un maratonista llamado “el muro.” El muro es un punto en cada carrera sin importar si es tu primer maratón o si eres un veterano de 26.2 millas. Cuando los corredores “dan con el muro” experimentan una fatiga inmediata y pérdida de energía porque sus músculos se han agotado de los azúcares almacenados que proporcionan energía. El cuerpo del maratonista le dice al cerebro, “Ya no puedo más. No puedo lograrlo.”
Imagina los acontecimientos de la vida que te hacen sentir como que estás dando en el muro. El enemigo de Dios es como ese agotamiento de energía. La voz que dice: “la vida es muy dura. No puedo continuar.” Este intenta convencerte de que Dios te ha abandonado, de que está encogiéndose de hombros diciendo: “No tengo nada.”
Ahí es cuando entran la fe, la esperanza y el amor. Son las bebidas energéticas que Dios ha proveído. Cada una de ellas es una refrescante salpicadura de enfriamiento y limpieza en la cara que se sobrepone a la duda y la soledad vacía que amenazan con perder de vista los resultados de Dios para ti. ¿Has probado la restauración de Dios? Él te dará lo que necesitas para la próxima carrera.
Considera esto:
- ¿Cuál ha sido el evento de vida más difícil que has experimentado?
- ¿Cómo has ayudado a otra persona a superar “el muro” durante un momento difícil?
Toma acción: Haz una lista de las cinco experiencias positivas más importantes en tu vida. ¿Cuál era el muro en cada una de ellas? Tómate tu tiempo para agradecer a la gente que te ayudó a superar el muro.