Idea Central: Aunque las diversas religiones pueden buscar e incluso comprender parte de la verdad, su naturaleza contradictoria implica que no todas pueden ser completamente verdaderas.

Mensaje para hoy:

Una conocida historia relata a tres hombres ciegos explorando un elefante. Uno toca la pata y dice: "¡Esto es un árbol!" Otro, sintiendo la trompa, exclama: "¡Es una serpiente!" El tercero palpa el costado y afirma: "¡Es una pared!" Actualmente, así es como percibimos las diferentes religiones: cada una tiene su propia interpretación de Dios, todas válidas pero contradictorias entre sí.

Pero detengámonos un momento. En el cuento, ninguno de los hombres ciegos logra discernir la verdadera naturaleza del elefante. De hecho, cada afirmación se contradice mutuamente. Si todos estaban tocando el mismo objeto, no podría ser simultáneamente un árbol, una serpiente y una pared.

Lo mismo sucede con las religiones. Algunos dicen que hay un solo Dios; otros, que hay muchos dioses; otros más, que no hay Dios; y algunos incluso sostienen que todos somos Dios. Estas no pueden ser todas igualmente legítimas en su visión de la verdad.

Por ejemplo, o hay un Dios, o no lo hay. A pesar de que las diversas religiones pueden buscar e incluso entender parte de la verdad, es fundamentalmente imposible que todas las religiones estén completamente en lo correcto.

Considera esto:
¿De qué manera podríamos estar perdiendo la verdadera naturaleza de Dios al reducirlo en "partes", como hicieron los hombres ciegos con el elefante?
Si no todas las religiones son iguales, ¿cuál o cuáles te parecen más convincentes en su discernimiento sobre Dios, el mundo y el hombre?

Toma acción:
Si no estás familiarizado con las enseñanzas de otras religiones sobre Dios, dedica tiempo esta semana a estudiarlas. Toma notas sobre lo que descubras y cómo difieren en sus interpretaciones.
 

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