Idea Central: El mal es el resultado de la voluntad humana, de un corazón tan ensimismado que no permitirá que nada ni nadie se anteponga en su camino.
Mensaje para hoy:
Sin lugar a dudas, el mundo está lleno de dolor, violencia y sufrimiento—todo a raíz de esto que en términos generales llamamos "mal." En la historia del hombre, muchos líderes—como Pol Pot, Leopoldo II de Bélgica, Hitler y Stalin—ganaron su notoriedad a través de las prácticas intencionales de dichas atrocidades.
Nos fijamos en estos hombres y nos estremecemos, llamando a sus acciones pervertidas, viles, inhumanas. Es difícil captar la idea de que cualquier miembro de la raza humana pueda ser tan depravado. Entonces nos damos la vuelta y justificamos esa "mentirilla piadosa" que acabamos de decir, o los pensamientos lujuriosos que tenemos hacia un compañero de trabajo, o el odio que tenemos en nuestros corazones hacia la persona que nos acaba de desairar.
La triste verdad es que tenemos el mismo corazón, mente, cuerpo y voluntad que los hombres malvados anteriores. Tenemos los mismos problemas, las mismas tentaciones, la misma capacidad para el mal; sólo tenemos más inhibiciones. La triste verdad es que hay mal en el mundo debido a nuestra elección, debido al odio que se esconde en lo más profundo de nuestros corazones y con demasiada frecuencia se derrama.
Considera esto:
- Mira las noticias de esta semana. ¿Dónde ves la búsqueda desenfrenada de los deseos egoístas que resultan en violencia o en cualquier otra forma de mal?
- Ahora piensa en esto: ¿Acaso un pensamiento asesino es menos malo que el asesinato en sí? ¿Acaso el ser codicioso con las posesiones de otra persona es menos destructivo para una relación que robarle en sí? ¿Por qué sí o por qué no?
Toma acción:
Considera los lugares más profundos de tu ser. Nombra los deseos egoístas con los que luchas. Piensa por qué pasan y cómo puedes mantener esos deseos bajo control.