Idea Central: Para conocer verdaderamente a Jesús, debemos aprender primero de aquellos que lo conocieron bien y luego considerar una relación con él nosotros mismos.
Mensaje para hoy:
Muchos afirman que Jesús era un maestro de buena moral e incluso un profeta, pero al final, solo un hombre y nada más. Sin embargo, incluso el propio Jesús dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino solo Dios.”
Al obtener la historia directamente de primera mano, en este caso, de los discípulos de Jesús, tenemos una imagen completamente diferente a la de "solo un hombre". Los apóstoles quedaron impresionados por el poder y la humildad del hombre al que siguieron. Aunque lucharon para comprender el misterio de quién era, se convencieron cada vez más de que no era un hombre ordinario.
En un momento dado, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que soy yo?” —“Unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías, y otros que uno de los profetas”, contestaron. “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” —“Tú eres el Cristo”, afirmó Pedro.
Pedro reconoció quién es Jesús: el Mesías, el Hijo del Dios vivo. Este Jesús se manifestó a los apóstoles como el camino, la verdad y la vida; el Hijo de Dios, el que fue, es y seguirá siendo. Hoy en día, él continúa revelándose como tal a sus seguidores.
Considera esto:
- ¿Qué es más fiable: recursos secundarios o testimonios múltiples de testigos?
- ¿Quién te conoce mejor? ¿Quién sabe tu vida, tu carácter, aficiones, historia y personalidad? Si uno de tus mejores amigos dijera ser Dios, ¿le creerías? ¿Por qué sí o por qué no? En este escenario hipotético, ¿qué haría falta para convencerte de su divinidad?
Toma acción:
Lee los cuatro evangelios en el Nuevo Testamento (Mateo, Marcos, Lucas y Juan). Descubre por qué los eruditos han llegado a la conclusión de que estos libros son históricamente confiables.
¿QUIERES CONOCER A DIOS PERSONALMENTE?
Dios nos ama y tiene planes increíbles para nuestras vidas, pero ¿cómo llegamos allí?
Los siguientes pasos trazan un camino claro que Dios preparó para que encontremos una relación con Él.