Sabes, yo veo la felicidad como un estado que aparece y desaparece de una hora a otra. Feliz un momento, el siguiente... deprimido. Pero la alegría es algo que se queda. La alegría es es una base mucho más profunda de la forma en la que vemos el mundo. La alegría viene de reconocer que no todo depende de nosotros. Demasiadas personas en nuestro mundo creen que depende de ellos. De hecho han comprado esta mentira de que realmente son ellos los que pueden lograr que las cosas pasen. Y yo pienso que su felicidad fluye basado en lo bien que piensan que están haciendo las cosas. Creo que la alegría es algo que aun en medio del dolor, incluso en medio de lucha, de atravesar por circunstancias imprevistas que no podía haber predicho o controlado, que aún hay un sentido más profundo que yo no estoy solo en esto. Debido a mi fe, debido a Jesús, alguien que tiene mucho más control sobre lo que está pasando y la capacidad de redimir y arreglar y resolver problemas, no tengo que depender en mí mismo. Y entonces hay una alegría que se puede encontrar en eso. Hay una alegría que se puede encontrar yo creo, en tener propósito que vive fuera simplemente, de mi cerebro y de como veo el mundo. También diría que... creo encontramos la alegría cuando encontramos nuestro propósito. Quiero decir, creo que estamos tan introspectivos que, en nuestra sociedad actual que realmente valora el psicoanálisis y la terapia Podemos ser muy introspectivos, constantemente centrado en mi propia mente diciendo: ¿Qué se supone que debo hacer? Y, ¿estoy haciendo—tomando la decisión correcta? ¿Estoy tomando la decisión correcta? ¿Estoy haciendo la reunión correcta hoy? ¿Debí haber hecho esa llamada? ¿Acabo de perder esta gran oportunidad? Y luchamos porque estamos tan enfocados internamente y nunca nos salimos de nosotros mismos para reconocer ¿qué pasaría si ponemos nuestra atención en otros? ¿qué pasaría si ponemos nuestra atención en que el sentido de la vida en realidad viene de servir a otras personas? Del uso de estos dones que Dios me ha dado? Y yo no lo hice, no es porque yo haya hecho nada especial, es solo quien fui creado para ser. Si pudiera regalarlos, si pudiera servir a otros con esos dones, creo ahí es cuando encuentro la más profunda y más grande alegría. No se trata de consumir y encontrar más para mí. Es sobre, ¿cómo puedo darle esto a otros?