una mujer sentada viendo hacie el sol

Encontrando la Paz con Dios

Idea Central: “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.” —Filipenses 4:6

Mensaje para hoy:

Cada vez más personas están estresadas al máximo, mucho más que antes. Estamos súper conectados con todo a través de los teléfonos inteligentes, las redes sociales y los correos electrónicos, y raramente, realmente descansamos.

Es difícil encontrar métodos efectivos para hacer frente a la gran ansiedad de la vida diaria. La dosis diaria de ansiedad puede tratarse con dietas, ejercicio, meditación, e incluso medicamentos. Pero el versículo de hoy nos habla de una opción que la mayoría de las personas casi nunca consideran. ¿Qué pasaría si, en lugar de gestionar o controlar tu estrés, te entregaras completamente a otra persona?

Bueno pues, ¡estamos de suerte! Dios es perfectamente capaz de manejar las cosas que nos preocupan. Su solución es que le llevemos todas nuestras preocupaciones a través de la oración. Él no sólo nos da el permiso para hacer esto, sino que en realidad quiere lo hagamos—al igual que un padre quiere hablar con sus hijos.

Al principio, la oración puede sentirse incómoda y tal vez te preguntes si tus intentos realmente te estan ayudando. Pero el resultado de hacer esto a largo plazo es algo que nuestras almas anhelan: el siguiente versículo nos dice que vamos a encontrar la paz de Dios, que "sobrepasa todo entendimiento." Esta paz guardará nuestros corazones y mentes en contra de la preocupación y el estrés.

Considera esto:
¿Cómo manejas el estrés diario en tu vida?
¿Cómo puedes entregarlos a Dios?

Toma acción:
Piensa en lo qué te ocasiona la mayor ansiedad y preocupación en tu vida. ¿Qué le pedirías a Dios al entregarle esas áreas que te causan estrés? Habla con él acerca de tus preocupaciones.

¿QUIERES CONOCER A DIOS PERSONALMENTE?

Dios nos ama y tiene planes increíbles para nuestras vidas, pero ¿cómo llegamos allí?
Los siguientes pasos trazan un camino claro que Dios preparó para que encontremos una relación con Él.