Idea Central: Sin un fundamento absoluto, universal e infinito, no puede haber un criterio absoluto de bien y mal.
Mensaje para hoy:
Algunos filósofos y teólogos argumentan que no existen absolutos morales. Al suavizar la pregunta fundamental sobre el bien y el mal, se elimina la base moral y se la coloca en el terreno inestable de la evolución, donde el bien y el mal cambian con el tiempo y la historia.
Cuando las normas nos incomodan y nos obligan a renunciar a nuestras preferencias personales, cuestionamos la idea de absolutos morales. No nos agrada que alguien, ya sea Dios u otra persona, nos imponga qué hacer y qué no hacer.
Sin embargo, cuando nos enfrentamos a la perspectiva de la muerte, propia o de un ser querido, todos experimentamos la maldad de manera íntima. A cualquier edad, la muerte nunca parece correcta; el quitar la vida se considera lo peor en nuestros juicios morales.
En situaciones tan definidas como la muerte, nos damos cuenta de que deseamos un estándar moral para la humanidad. La dificultad radica en que para que este estándar sea válido de generación en generación, debe estar fundamentado en principios universales e infinitos. Sin una base segura, la moral se vuelve relativa.
Considera esto:
¿Qué observas sobre la moralidad en esta generación? ¿Existe un código moral al que todos se adhieren? ¿Por qué crees que sí o por qué no?
¿Qué alternativas podrían servir como bases universales de moralidad? ¿Cómo se evaluarían esas alternativas?
Toma acción:
Después de reflexionar sobre estas preguntas, compara y contrasta los posibles fundamentos universales para la moral. Analiza sus fortalezas y debilidades para entender mejor cómo podrían proporcionar una base moral sólida y consistente.
¿QUIERES CONOCER A DIOS PERSONALMENTE?
Dios nos ama y tiene planes increíbles para nuestras vidas, pero ¿cómo llegamos allí?
Los siguientes pasos trazan un camino claro que Dios preparó para que encontremos una relación con Él.