Dios creó un universo que es más grande de lo que podemos imaginar, lo que nos da una idea de lo grande que Él es.
En 1990, la astronave Voyager 1, habiendo completado su misión, estaba a punto de dejar nuestro sistema solar. Al hacerlo, los científicos de la NASA voltearon la cámara de la astronave y tomaron una última fotografía de la Tierra a una distancia de alrededor de 3.7 billones de millas. Lo que la imagen reveló fue asombroso.
Denominada el “Pálido Punto Azul” por el astrónomo y astrofísico Carl Sagan, esta fotografía muestra a la Tierra como un pequeño punto, del tamaño de una décima de píxel, suspendido en el inmenso vacío del espacio.1
En sus reflexiones sobre esta fotografía, Sagan escribió: “Eso es el aquí. Eso es nuestro hogar. Eso somos nosotros. En ella existe a todos los que amas, a todos los que conoces, todos de los que has oído hablar alguna vez, cada ser humano que alguna vez existió, que vivió su vida…en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.”2
La maravilla del universo
La tecnología moderna solo ha incrementado nuestra curiosidad sobre nuestro mundo. La realización de la enormidad del universo sigue empequeñeciendo la idea de lo que alguna vez parecían fantasías absurdas.
En el 2011 el Telescopio Espacial Hubble descubrió la galaxia más lejana jamás vista, aproximadamente a 13.2 billones de años luz de la tierra.3 Para dar un poco de perspectiva sobre lo lejos que está, un año luz es la distancia que la luz viaja en un año (aproximadamente 5.87 trillones de millas).4 Nuestro sol, que se encuentra a 93 millones de millas de la Tierra, está a tan solo 8 minutos de distancia a la velocidad de la luz.
Muchos han concluido que la existencia de un universo de esta magnitud no puede ser el resultado de algún tipo de coincidencia cósmica. Ellos se han preguntado, entonces, si hay un Creador – quizá un Dios. Y si Dios de hecho existe, debe ser mucho más grande de lo que podemos imaginar.5
Proporciones enormes
Nadie sabe exactamente qué tan grande es el universo. Los científicos estiman que contiene cientos de billones de galaxias, y que la galaxia promedio contiene cientos de billones de estrellas.6
Si el universo es en realidad la creación de Dios, entonces parece lógico que este fuera creado de manera que refleje su magnificencia. Sería como lo escribió el antiguo salmista hebreo: “Los cielos declaran la gloria de Dios; los cielos proclaman el trabajo de sus manos.”7
En efecto, el universo es tan grande que nos cuesta trabajo comprender su tamaño. Quizá esto se hizo para que el poder eterno de Dios y su naturaleza divina pudieran ser entendidos a partir de las cosas creadas.8 En otras palabras, para que pudiéramos tener una visión de qué tan inmenso es Dios.
¿Pudiera ser que en poder y majestuosidad Dios sea más grande de lo que nos podamos imaginar? ¿Pudiera ser que Dios está mostrando a la humanidad algo de Si a través de Su creación? ¿Pudiera ser que, como el filosofo alemán Friedrich Schiller comentó, “el universo es uno de los pensamientos de Dios”?9
Lo suficientemente grande para cuidar
En un universo así de inmenso, uno no puede evitar sentirse pequeño. Cuando Carl Sagan vio el Pálido Punto Azul, llamó a la Tierra “una mota solitaria en la gran oscuridad cósmica envolvente.”10 Este comentario refleja el aislamiento y soledad que muchos de nosotros sentimos. Comparado con la vastedad y complejidad de la creación de Dios, las personas parecen pequeñas e insignificantes.
Sin embargo, la fe cristiana ofrece una perspectiva diferente.
Hablando con Dios, el salmista escribió, “¿cuándo considero tus cielos, el trabajo de tus dedos, la luna y las estrellas, que has colocado en su lugar, qué es el hombre para que te acuerdes de él, el hijo del hombre que te preocupas por él?”11 Mientras contemplaba la vastedad de la creación de Dios, él se sorprendió de que a Dios le importara la humanidad.
De acuerdo con las creencias judías y cristianas, lo más increíble acerca del Creador es que le importamos, las personas que Él creo – tú y yo. Él no elaboró el universo para hacernos sentir insignificantes. Lo hizo para mostrar Su poder y mostrarnos Su amor infinito.
Él es un Dios con el poder suficiente para crear mundos, pero lo suficientemente detallado y considerado para tejernos en el vientre de nuestras madres.12 Él está íntimamente involucrado incluso en el más pequeño aspecto de la creación de la vida.
Entonces exactamente, ¿qué tan grande es Dios? Él es tan grande que no está limitado por el espacio o el tiempo, no necesita o desea nada, y es capaz de crear nuestro universo completo. Pero El es lo suficientemente personal como para habernos creado a Su imagen.13 La literatura bíblica nos enseña que somos temerosos y maravillosamente hechos bajo el cuidado vigilante de Dios, xiv que Dios sabe incluso el número de cabellos en nuestras cabezas.14
Con todo esto, es asombroso considerar que Dios, el Creador del cosmos, quiere tener una relación personal con cada uno de nosotros.