Idea Central: El pecado entró en el mundo a través de la rebelión de las criaturas creadas por Dios. El pecado se define como cualquier pensamiento, palabra o acción que va en contra de la ley del amor de Dios.

Mensaje para hoy:

La Biblia relata un momento en la historia en que el universo no conocía el pecado. Desafortunadamente, una de las criaturas de Dios no estaba satisfecha con su papel asignado. Deseaba ser adorada como Dios y decidió rebelarse contra su Creador.

Este impostor persuadió a la humanidad de que Dios no era realmente bueno. Tentó a la humanidad a buscar sus propios deseos, a actuar como dioses por sí mismos y hacer lo que quisieran. En consecuencia, la humanidad también se rebeló contra su Creador, sembrando así las semillas del pecado que afectan a toda la humanidad hasta hoy.

Cuando miramos en nuestro corazón, encontramos esas mismas semillas: el deseo de hacer las cosas a nuestra manera y de manera inmediata. Nuestros corazones pueden llenarse de odio cuando nuestros caminos se cruzan. Estamos dispuestos a hacer cualquier cosa por poder, gloria, comodidad y control.

A pesar de esto, todavía llevamos la imagen y semejanza de nuestro Creador. Tenemos el potencial para hacer el bien. Esto nos recuerda que la elección es nuestra: seguir el camino de la rebelión o el camino de la obediencia.

Considera esto:
Según lo que sabes de la Biblia, ¿cuál es el camino de la obediencia? Consulta Marcos 12:28-34.
¿Es posible para ti obedecer esta ley del amor por tu propia capacidad? ¿Por qué sí o por qué no?

Toma acción:
Si el pecado se define como cualquier pensamiento, palabra o acción que va en contra de la ley del amor ("Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas", y "Ama a tu prójimo como a ti mismo"), intenta mantener un registro de cómo rompes esta ley durante esta semana. Identifica algún acto desinteresado, ya sea tuyo o de otra persona, como un punto de reflexión y acción.
 

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