¿Pueden los pensamientos sobre el final de los tiempos influir en nuestras vidas en el presente?
En 1970, el autor religioso Hal Lindsey publicó un libro titulado The Late Great Planet Earth. En él, Lindsey comparó las profecías de la Biblia con los acontecimientos actuales en el mundo para argumentar que la humanidad estaba viviendo el final de los tiempos. El libro incluía descripciones de guerras en el Medio Oriente, la aparición del Anticristo y el cumplimiento de las predicciones contenidas en los libros bíblicos de Daniel y Ezequiel. Uno pensaría que pocas personas, además de los cristianos más radicales, estarían interesados. Pero The Late Great Planet Earth se convirtió en el libro de hechos reales más vendido de la década.1
Veinticinco años más tarde Tim LaHaye y Jerry Jenkins escribieron una obra de ficción llamada Left Behind: A Novel of the Earth’s Last Days. El libro mantiene muchas de las ideas fundamentales de Lindsey sobre el final de los tiempos pero las retrata a través de un elenco de personajes que se quedaron atrás cuando ocurrió el rapto y comenzaron las tribulaciones de los últimos días. Quince novelas más siguieron a la serie Left Behind—junto con tres películas, cuarenta novelas cortas para adolescentes, video juegos y música. Publicados desde 1995 hasta el 2006, las dieciséis novelas por sí solas han vendido más de 63 millones de copias.2
Nuestra Curiosidad
¿Por qué hay tantos de nosotros interesados en el final de los tiempos—como estamos interesados en “el fin del mundo tal como lo conocemos” (the end of the world as we know it)?3
Hay una curiosidad inherente en las personas sobre lo que nos sucederá después de la muerte. Pero, ¿qué pasa si damos un paso más hacia adelante? ¿Qué pasa si todo el mundo—no sólo una vida individual—verdaderamente terminaría? ¿Qué pasaría si todo eso que conocemos y amamos desapareciera repentinamente?
Talvez estamos intrigados por todos los versículos en la Biblia sobre el fin de los tiempos. Las profecías sobre el futuro, las descripciones del juicio eterno y las promesas sobre el regreso final de Jesús llenan los libros de la Biblia.
Pero por encima de todo, recibimos muchos mensajes confusos de otros sobre el final de los tiempos. Hal Lindsey afirmó que el mundo se acabaría en 1988.4 Los Testigos de Jehová predijeron que el Armagedón ocurriría en 1914, 1925 y 1975 antes de empezar a instruir en 1995 “que el tiempo del Reino no se puede predecir a través de ninguna medida humana.”5
Harold Camping sugirió que el final llegaría en la década de 1990.6 Él revisó su predicción varias veces hasta que definitivamente declaró que el final llegaría el 21 de mayo del 2011. No fue así. Cambió la fecha al 21 de octubre del 2011. El día vino y se fue. Llegó a un punto en el que Camping finalmente lanzó sus manos al aire y dijo: “Estamos viviendo unos días en los que un problema viene detrás de otro. Y cuando se trata de intentar reconocer la verdad de la profecía, nos damos cuenta que es muy, muy difícil. ¿Por qué Cristo no volvió el 21 de octubre? Me parece vergonzoso [para nosotros].... Simplemente estamos aprendiendo. Y a veces es doloroso aprender.”7
Es fácil para nosotros descartar tantos escenarios apocalípticos—aunque no lo hacen menos confuso si estamos realmente interesados en el tema del final de los tiempos. Pero, ¿realmente importa? ¿Realmente deberíamos molestarnos en pasar tanto tiempo pensando en los últimos días?
No Pierdas tu Tiempo
Existen varias razones por las cuales el final de los tiempos no debería preocuparnos demasiado. La primera y principal razón es que nunca podremos saber o predecir cuándo vendrá el fin del mundo. Lo más probable es que tenga lugar rápidamente y de forma inesperada. Ya sea que la vida en la tierra sea destruida por una pandemia, un desastre ecológico, o una guerra nuclear, pocos—si acaso—estarán preparados adecuadamente para un evento tan devastador. Y nadie será capaz de predecirlo con algún grado de certeza o precisión.
Si eres una persona religiosa, talvez piensas que el fin del mundo es parte del plan de Dios para la historia de la humanidad. Hay muchos pasajes en la Biblia de escritores como el apóstol Pablo que relacionan como Jesús un día volverá para juzgar el mundo y hacer todas las cosas bien de nuevo.8 Sin embargo, Jesús dijo: “Pero en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.”9
¿Si el mismo Jesús no sabe cuándo va a regresar, no es un poco arrogante que los cristianos sugieran que ellos si lo saben?
En segundo lugar, personas de todas las generaciones han pensado que vivían en el final de los tiempos, pero se han equivocado. Nuestros contemporáneos no son los primeros en predecir que el regreso de Jesús es inminente.
Un ejemplo es William Miller, quien proclamó que Jesús volvería en 1843. Sus seguidores crecieron por miles en los años previos al evento previsto. Cuando no ocurrió, la fecha se retrasó varias veces al 21 de octubre de 1844. Cuando ese día vino y se fue, se conoció como la Gran Decepción—y el movimiento Millerita perdió la mayor parte de su credibilidad.10
Y finalmente, quizás las personas de fe deberían estar menos enfocadas en escapar de este mundo turbulento para ir al cielo [y mejor] enfocarse más en traer el cielo a este mundo atribulado. En la Biblia, el Apóstol Pedro advirtió a otros cristianos sobre el final de los tiempos: "Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. En aquel día los cielos desaparecerán con un estruendo espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será quemada.”11
Entonces cambió rápidamente a las implicaciones presentes: “Ya que todo será destruido de esa manera, ¿no deberían vivir ustedes como Dios manda, siguiendo una conducta intachable y esperando ansiosamente la venida del día de Dios?”12
El punto es claro: Si crees que este mundo está atribulado y que un día Dios tendrá que ponerlo todo en su lugar, sé parte de ese proyecto ahora mismo. Lleva “una vida Santa y piadosa” ahora. Refleja el tipo de mundo que Dios quiere que sea. No te preocupes por las fechas y la destrucción. Lo que más importa es cómo vives ahora.
Por Otra Parte
Sin embargo, tan importantes como sean estas consideraciones, nos debemos descuidar el tema en conjunto. No cabe duda entre los historiadores que Jesús verdaderamente fue una figura histórica. Y para los cristianos que creen que él, era el hijo de Dios, la Biblia es explícita en cuanto a que algún día regresará a la tierra.
Jesús contó historia tras historia de “un maestro” que deja a sus siervos con importantes responsabilidades y después regresa cuando menos lo esperan.13 La parte más importante de cada historia era ver si los siervos habían aprovechado su tiempo mientras el maestro se había ido o no.
Aquellos que creían y esperaban que el maestro regresara eran los más fieles con las responsabilidades que les había dejado. Aquellos que no pensaban en el regreso del maestro fueron descuidados y avergonzados cuando el maestro en realidad sí regresó. No tenían nada que mostrar en cuanto a las tareas que les había confiado. Las historias de Jesús indican que reflexionar sobre su futuro regreso algún día debería motivar a los cristianos para aprovechar el hoy de la mejor manera.
Por último, lo que dice la Biblia sobre el final de los tiempos nos debe dar esperanza y perseverancia en medio de los tiempos difíciles actuales. El libro del Apocalipsis es notoriamente difícil de interpretar. Pero si algo está claro en su mensaje, es esto: Jesús eventualmente será victorioso sobre todo mal. Dios al final hará que todas las cosas sean nuevas. Nuestra fidelidad a él realmente sí importa.14