¿Es la Biblia más que un libro lleno de polvo en un estante al lado de una foto vieja de la abuela?
La Biblia es el libro más vendido de todos los tiempos. Los historiadores están de acuerdo en que desde que surgieron las técnicas modernas de imprenta en el Siglo XV, la Biblia se ha traducido, imprimido, distribuido y vendido más que cualquier otro libro en la historia.1
Pero, ¿qué es la Biblia? ¿Cómo la describirías?
Opiniones de la Biblia en la Actualidad
A pesar de su pasada popularidad, muchas personas en la actualidad son escépticas en cuanto a su fiabilidad y relevancia. Consideran que el contenido de la Biblia es obsoleto, inconsecuente, limitado y, sencillamente, que no merece la pena leerlo. Es un documento antiguo con relatos supersticiosos que no tienen nada que ver con la vida moderna. O es un libro arcaico de reglas para fundamentalistas religiosos -una lista negra y blanca de qué hacer y qué no hacer que es arbitraria, anticuada, restringida y simplemente irrazonable. Tanto como el mismo cristianismo.
Nadie quiere leer un libro como ese.
Esas opiniones tienen algo de razón: la Biblia es sin duda un libro antiguo con algunas historias extrañas y muchas veces, absolutamente increíbles. Y ciertamente contiene algo de lo que podemos llamar "reglas".
Sin embargo, esas descripciones se encuentran en peligro de limitar el texto único que se encuentra en la Biblia, intercambiando lo que verdaderamente es por lo que la gente ha interpretado. ¿Será probable que la Biblia suponga mucho más que reglas y relatos? Para poder contestar esa pregunta honestamente, debemos entender primero lo que es la Biblia verdaderamente.
Una Compilación Diversa
En primer lugar, la Biblia es una compilación de libros diversos. En palabras sencillas, al contrario de la mayor parte de la literatura, la Biblia no es un libro escrito por un sólo autor durante un periodo de tiempo, sino que la Biblia es una compilación de sesenta y seis libros particulares redactados por muchos escritores durante siglos.
Mientras reflexionas en la Biblia como una compilación o biblioteca de libros diferentes, debes reconocer que cada libro se escribió bajo circunstancias singulares y a partir de razones específicas. Esto significa que los estilos de redacción y los tipos de literatura incluidos son sumamente diversos. De hecho, los estudiosos clasifican los diferentes tipos de géneros literarios en la Biblia:2
- Relatos históricos: relatos acerca de personalidades y sucesos históricos
- Poemas o canciones: letra, canciones y plegarias que expresan emociones e ideas mediante el uso de lenguaje particular, estilos literarios y ritmo
- Profecías: mensajes poéticos que comunican bendiciones divinas o juicios de personas, pidiendo respuestas de ellos
- Epístolas: cartas escritas por una o más personas a otras personas. Frecuentemente, estas cartas abarcan asuntos específicos
- Proverbios y libros de sabiduría: sentencias o discursos breves acerca de vivir bien la vida y tomar decisiones sabias
- Códigos jurídicos: leyes—tanto generales como específicas—para el orden de una sociedad justa
- Parábolas: narraciones fantasiosas relacionadas con la vida y prueban una postura
- Literatura apocalíptica: escritos que tratan de los últimos tiempos, entre los que se incluyen representaciones gráficas de la batalla cósmica entre el bien y el mal
La Biblia contiene fragmentos de textos y libros enteros en cada uno de estos géneros particulares, lo que explica por qué algunas partes son aburridas (los códigos jurídicos) y otras son bellas (los poemas). Pero entonces, ¿cómo pueden ir todos juntos?
En la superficie, esta colección de documentos nos cuenta la historia de Israel desde el año 2000 AEC aproximadamente, hasta la vida de Jesús y el movimiento que fundó en el primer siglo de la Era Común (EC). Sin embargo, a partir de una perspectiva más amplia, revela un segundo aspecto importante para entender este libro más vendido en el mundo.
Un Importante Relato Sobre Dios
Cuando se mira en su conjunto, la Biblia nos narra un importante relato sobre Dios y la humanidad. Empieza con un Dios que creó el mundo y la humanidad, en su imagen; termina con un Dios que vive con la humanidad durante una eternidad. En el medio, la Biblia relata la historia de la redención de Dios y restauración de una creación dañada por el pecado y el quebrantamiento.
El plan de Dios para la humanidad incluye, en gran parte, la nación de Israel, un pueblo que Él rescató de la esclavitud en Egipto, para que fuera un ejemplo universal, un pueblo conocido en la actualidad comúnmente como los judíos. La totalidad del Antiguo Testamento—también conocido como la Biblia Hebrea—está dedicada a la historia de los israelitas.
Los códigos jurídicos ordenan a la sociedad de Israel a ser misericordiosa y próspera. Los relatos históricos revelan sus éxitos y fracasos en su intento de cumplir con la voluntad de Dios. Los sabios ofrecían su sabiduría, mientras que las canciones nacionales se cantaban de generación en generación, en las que se reflejaban los más crudos sentimientos de quebranto y redención. Los profetas hacían llamados al pueblo y predecían las consecuencias, de ignorarse su mensaje, consecuencias que los relatos históricos ciertamente documentan haber ocurrido.
Al centro del plan de Dios para la humanidad está el Mesías, el agente de Dios para restaurar a su pueblo y reparar su mundo. El Antiguo Testamento está lleno de profecías que predicen la venida del Mesías, mientras que el Nuevo Testamento relata cómo Jesús vino, como el Mesías, a ser el camino de la salvación de Israel y toda la humanidad.
Los relatos históricos del Nuevo Testamento—particularmente los cuatro evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan—nos cuentan cómo Jesús pudo hacer esto durante su vida, muerte y resurrección. Estas y algunas de las epístolas también narran cómo un número mayor de personas ponían su confianza en Jesús y empezaron a cambiar el mundo mediante un movimiento que después se conocería como cristianismo. Las epístolas reflejan el nuevo entendimiento del plan de Dios para la humanidad y cómo se debería vivir la vida. El libro final de la Biblia, Apocalipsis, nos dice cómo se ejecutará ese plan.
Tu Historia
Una cosa que la Biblia no hace es defenderse. Hace declaraciones sobre la naturaleza de las Escrituras—que son inspiradas por Dios, eternas y útiles—pero, aparte de esto, la Biblia deja que el texto se destaque por su cuenta. La Biblia nunca realmente justifica la existencia de Dios; eso lo presume. Tampoco se involucra en preguntarse si sus relatos son verdaderos o fiables en términos históricos; eso también lo presume. Otras personas han debatido tales inquietudes y han proporcionado su sabiduría y sus opiniones, pero hay algo más significativo que la calidad de la Biblia que debes considerar.
La Biblia es realmente una gran historia, pero en última instancia—y quizás más importante—la Biblia habla de ti. No reclama ser sólo acerca de las obras de Dios en el mundo. Es más personal que eso. La Biblia es la historia de la obra de Dios para rescatarte a ti de tu pecado y quebranto.
Por eso es que mucha gente llama a la Biblia la Palabra de Dios. “Y cuando leas la Palabra de Dios”, sugirió el filósofo Soren Kierkegard, “necesitas decirte constantemente, ‘me está hablando a mí y está hablando de mí’ ”.